No saber que algo es imposible ¿hace que eso sea posible? Evidentemente no.
Pero muchas veces se dice que algo es imposible cuando lo que ocurre es que no se ha conseguido. Y esa es la diferencia fundamental.
Cuando tenemos un problema y nos dicen que es imposible encontrar una solución o que se ha intentado pero no se ha conseguido porque es imposible lo que realmente quieren decir es que los intentos que se han realizado al respecto no han conseguido resultados. Pero eso no significa que no se pueda conseguir. Y eso es un motivo para querer innovar: encontrar un nuevo camino que lleve a la solución de un problema.
Si se dice que algo se intentó pero que no se consiguió, habría que saber qué es lo que se hizo, cómo se hizo y cuando se hizo. Muchas veces una solución que requiere de tecnología no funciona porque la tecnología del momento no está suficientemente avanzada en ese ámbito, o porque la tecnología que permite solucionarlo aún no existe.
A menudo los que dicen que algo es imposible son los que llevan mucho tiempo en la empresa o en el sector con lo que han asumido totalmente las creencias y paradigmas que se han ido generando a lo largo del tiempo. Y es cuando llegan personas de otros sectores o personas con los estudios recién acabados cuando se cuestionan esas “verdades absolutas”. Además, en este caso, se requiere personalidad en aquellos que ponen en duda lo que se sabe porque tendrán en contra a todos los que creen en ello. Si al final estos “recién llegados” deciden claudicar ante las presiones, la empresa habrá perdido una oportunidad de desarrollar una innovación que podría ser disruptiva en el sector.
Entonces ¿cómo puede una empresa desarrollar productos “transgresores”?
Aquí el primer factor es que exista una dirección que sea consciente de lo que suponen los paradigmas y considere que es bueno tener personas que cuestionan lo que se sabe.
Y para poder desarrollar esos productos se debería asignar un presupuesto anual para el desarrollo de ideas rupturistas que puedan dar lugar a otro tipo de innovaciones. Aunque como no siempre la capacidad de dar con esas soluciones rupturistas es fácil otra opción es considerar como se podrían desarrollar soluciones para los problemas propios o de los clientes utilizando soluciones que se hayan desarrollado en otros sectores o para otros problemas.
Esta es una de las formas de utilizar el ingenio más adecuadas y que tiene más posibilidades de ser desarrollada en una empresa, especialmente en una pyme. No estoy hablando de copiar una solución sino de coger la forma en que se soluciona un problema y ver cómo se puede adecuar para resolver nuestro problema.
Curiosamente cuando uno busca como solucionan problemas en otros sectores empieza a cuestionar como se están solucionando los problemas en el propio sector. La evolución de las soluciones (y las innovaciones) en un sector está condicionada por su entorno y por los actores de ese entorno. Eso provoca que los proveedores de “toda la vida” mantengan las soluciones de toda la vida y solo cuando aparece un nuevo proveedor que viene de otro sector es cuando se producen cambios significativos.