El desarrollo de la innovación en cualquier organización o por parte de cualquier persona debería realizarse de forma sistemática, es decir, que se debería seguir un sistema. Si leyésemos las definiciones de sistema de la RAE nos encontraríamos con dos acepciones relevantes:
- m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí.
- m. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto.
Estas dos definiciones nos ayudan a configurar los elementos que deberían considerarse cuando queremos definir como realizaremos la gestión de la innovación. Por un lado tenemos los principios que deben constituir los pilares fundamentales de la innovación y por otro lado los métodos y procesos que deben contribuir a obtención de unas innovaciones efectivas.
Ambos aspectos son importantes y deben reforzarse mutuamente. Por lo que se refiere a los principios los que me seguís estáis viendo como algunos de los posts desde el inicio del año van en esta línea.
Pero el aspecto que ahora quiero tratar es el de los métodos y procesos, que es lo que a la larga nos permitirá tener una gestión de la innovación eficiente y eficaz. Así el hecho de adquirir rutinas orientadas a dar soporte a la innovación es un elemento fundamental para asentarla y darle continuidad. Algunos de los factores que caracterizan la creación de innovaciones son la generación de ideas o la obtención de insights que actúen como semillas o iniciadores de la “reacción de la innovación”.
Peregrinaggio di tre giovani figluoli del re di Serendippo
Una de las rutinas es la recogida metódica de ideas o insights; esto se debe a que habitualmente tanto las ideas como los insights se pueden generar en cualquier momento tal como los príncipes de la isla de Serendip encontraban las soluciones a sus problemas. Para mantener esta rutina es recomendable tener prevista una o varias herramientas con las que se puedan registrar todo aquello que nos va apareciendo por el camino. Puede ser desde una pequeña libreta donde escribirlas, o aplicaciones que podamos llevar en nuestro smartphone o en una tableta; la ventaja de los medios digitales es que no solo permiten escribir la idea sino que podemos añadir fotografías o videos con lo que la información colateral que podemos recoger es mayor. Especialmente el hacer fotografías es una de las opciones que más me gusta y utilizo porque la visualización es mucho más explicativa que una descripción escrita.
La recogida de oportunidades o insights también la podemos hacer cuando navegamos por internet, que debido a los hipervínculos nos pueden llevar de empezar leyendo temas económicos a acabar en un artículo sobre soluciones frugales de problemas habituales. La ventaja es que existen diferentes complementos que nos permiten ir almacenando aquellas páginas o artículos que nos interesen o que queremos tener para revisar más tarde; aunque deberíamos ser conscientes que esas páginas o artículos pueden desaparecer de la red con lo que nos podríamos quedar sin esa información. Por este motivo lo recomendables es hacer una impresión en pdf de toda aquello que creamos fundamental.
Pero como todas las rutinas se requiere constancia y tenacidad para hacerlo cada vez que nos surge la idea o vemos algo diferente, es similar a los cazadores de tendencias que deben ir con la mente despierta para descubrir aquello diferencial que se esconde entre la muchedumbre.
Con respecto a la relación entre herramientas y principios se podría decir que la rutina de recoger información se relaciona con el segundo principio de la innovación sistemática que recordemos propone “identificar y utilizar todo aquello que hay disponible dentro y fuera del entorno”.
Aunque la rutina no debería basarse solo en recoger la información sino que periódicamente deberíamos revisarla para refrescar y repensar lo que esa información nos puede aportar en ese momento. Muchas veces los datos recopilados no adquieren sentido hasta que hemos podido adquirir una visión de conjunto, y para esto se requiere tiempo.
Estimado Ribechini, me hallo desde hace màs de 25 años evidenciando lo que se afirma sobre que la legalidad protege la propiedad industrial registrada y precisamente, es lo que menos sucede y lo que no veo, es que esto se muestre: es obvio el perjuicio que se genera cuando se denuncia adecuadamente, lo que estando en la legalidad permite el ladronazgo, para quienes? el perjuicio es para los ladrones ya instalados para que tal sustracciòn sea institucional. Por què esto se conserva desde hace màs de 200 años, porque paìses como estados unidos y otros identificables, pueden lograr que habiendo dos derechos y situaciones polìticas por ideologìas materialistas, lo que cara en el derecho occidental sea seca, en el oriental y con ello, ya le estoy manifestando, còmo se robò y aùn se roba, fuera de la informatizaciòn. Hay demasiadas modalidades para eludir la legalidad, a todo tipo de control, me refiero. Pero ahora con la informatizaciòn, los procedimientos son tan eficaces que la màs compleja matrìz, en un equipo de ingenierìa multinacional, se resuelven problemas y se abren innovaciones, y UD., si estaba esperando la aprobaciòn de lo que ya tiene en lìnea de industrializaciòn, el contenedor de la multinacional puede poner en su mismo paìs y antes que UD. con su idea o patente, una patente que es superada en funciones, lìcitamente lograda por aquella, pero por deslìz del ingreso de la suya a el equipo de ingenieros ladrones, al que carecìan de derecho para ello. Por què, estimado Ribechini, le manifiesto mi experiencia como defraudado aquì en Argentina: pues carezco de personas objetivas que dispongan de capacidad para desnudar a la ley en toda su incompetencia para promover a un innovador inventivo, en lugar de extorsionarle como parte, de que si le dà todo el conocimiento, entonces le darà el reconocimiento legal de su titularidad…ninguna de ambas cosas corresponde al Estado de un paìs, obrar de este modo. Y ademàs, cuando a UD., que dispone de un producto de media importancia econòmica por su utilidad, la mafia tecno-cientìfica si le comienza a hacer apremios legales por cada paìs con mercado importante, què inventor dispone econòmicamente de estado financiero para afrontar problemas ficcionales en diez, veinte o cincuenta paìses?. El estado nacional de Argentina no se responsabiliza de nada, ahora UD. tiene la titularidad y los problemas legales y tèrminos perentorios le disuelven su derecho…Esto es lo que nadie vè? Pues bien, sin embargo, esto es real, y sin embargo, todo debe afrontarse por cada individuo innovador…pero desde los años 1960, los paìses hispano-americanos iban a comenzar a dialogar para realizar «todo en comùn», pero los malditos de siempre, rompieron esta tensiòn que era para beneficio permanente de un miserable linyera con una idea funcional magistral de utilidad o para la cantidad de personas que debemos manejar varios oficios para trabajar y se nos van ocurriendo soluciones que ignoramos luego còmo evitar que se nos robe, como es mi experiencia concreta con un modelo de utilidad en luminotecnia que aùn la infinidad de modelos se mantiene en sus cambios que no hacen a la sustancia del modelo. Hoy, dispongo de varios rubros en los que desearìa intervenir y ver còmo concretar sin tanto riesgo: he desarrollado una estrategia vertiginosa y segura, pero hace falta gente honesta, y como soy catòlico, pensè que lo debo hacer con catòlicos de cada paìs, pero carezco de puente de autoridad para hacer estas vinculaciones personales desde la misma gerarquìa de Obispos, que son los que mejor se vinculan con profesionales comprometidos, y tropiezo con que se mal interpreta lo que propongo: solo es ubicar la gente para dialogar con cada uno, pero aquì se han mezclado, los bienes naturales que deben cultivarse con los bienes mundanos. Desearìa su consideraciòn, pues me he negado a volver a caer en esta red muy bien tramada, he retenido todo desde hace màs de treinta años, son utilidades que han de producir cambios semejantes a la telefonìa, como en refrigeraciòn y otros, en oficios que pasan ha ser una actividad de primer orden. Un abrazo en la Verdad. Ricardo DCFerrero