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El Coolhunting es una disciplina cuyo objetivo es “detectar tendencias” que puedan afectar al negocio, es decir, detectar los cambios y las innovaciones que se produzcan en cualquier parte y puedan tener incidencia en el futuro de la empresa. Pero no solo las empresas pueden realizar Coolhunting, lo pueden aplicar cualquier tipo de organización o asociación, las administraciones públicas, los gobiernos,…
Esta disciplina tiene su origen en el campo de la moda y evoluciono al área de productos de consumo donde se focalizan la mayoría de los profesionales que se dedican a ella. En la red, por supuesto, tenemos el dominio coolhunting en el que podemos encontrar artículos y fotografías sobre tendencias en diversos ámbitos. Ahora bien, cuando hablo de “Coolhunting para ingenieros” lo que pretendo es exponer que también los ingenieros deberían aportar sus conocimientos y competencias a esta disciplina.
Tal como ya he dicho el Coolhunting busca detectar tendencias, en la mayoría de los casos relativas al comportamiento de los consumidores. Pero las tendencias también pueden ser tecnológicas y en este caso es donde la incorporación de una visión técnica se hace imprescindible. Hace unas semanas escribía sobre Activos Intangibles y uno de los aspectos que hay que considerar en su valoración son las tecnologías (actuales o en proceso de desarrollo) que podrían afectarles provocando su obsolescencia o a su desaparición radical.
Y aquí es donde es oportuno el uso de metodologías que permiten evaluar la evolución de las tecnologías asociadas tanto a los activos intangibles, como a los nuevos productos o servicios que se pretenda desarrollar para dar respuesta a las necesidades o a las oportunidades detectadas con el “Coolhunting de consumidores”.
Entre las diversas opciones existentes, yo prefiero utilizar las “tendencias de evolución” que se definen bajo el paraguas de la metodología de Innovación Sistemática que es TRIZ. La comprensión de las diferentes tendencias posibles y con un análisis de evolución podemos prever cuales son las posibles situaciones futuras y actuar en consecuencia, y si procede desarrollar algunos escenarios y proceder a describir los planes de contingencia.
El uso de las tendencias de evolución en desarrollo de nuevos productos es habitual fuera de nuestras fronteras por parte de empresas de todos los tamaños y sectores. El hecho que las diversas metodologías asociadas a la Innovación Sistemática tengan poca difusión constituye un elemento que produce una menor competitividad en el campo de la innovación de nuevos productos y servicios.
Nota final: Hace un par de años organizamos una conferencia con el peculiar título “Coolhunting para Ingenieros” donde por mi parte pretendía exponer la visión y conocimientos de los ingenieros a esta disciplina que pretende ofrecer opciones para desarrollar innovaciones de éxito.