El segundo principio del «Good Design» o «Buen Diseño» que expone Dieter Rams es:
El Buen Diseño hace útil un producto.
Un producto se compra para ser utilizado. Debe satisfacer ciertos criterios, no sólo funcionales, sino también psicológicos y estéticos. El buen diseño hace hincapié en la utilidad de un producto sin tener en cuenta lo que tal vez puede restarle valor.
Adaptándolo al Innogeniero podríamos decir: «El Innogeniero desarrolla productos útiles»
El Innogeniero cuando desarrolla un producto tiene que pensar que éste se comprará para ser utilizado, y por eso hay que tener en cuenta criterios de carácter humano: psicológicos y estéticos. Incorporar elementos psicológicos y estéticos en los productos es una cuestión que en los ámbitos técnicos tanto educativos como profesionales no se tenía en cuenta, y aún ahora en ciertos nichos se continúa con la misma visión.
Esto es un error pues a menudo la decisión de compra final de un producto tiene más que ver con cuestiones psicológicas o estéticas del comprador. La marca, la imagen que da al comprador, el estatus que supone,… son factores no funcionales que actúan como decisores de compra.
Entre los libros llamados de empresa podemos encontrar títulos que desarrollan esta incidencia como: «Las trampas del deseo» de Dan Ariely, o bien, «La sorprendente verdad sobre que nos motiva» de Daniel H. Pink,
Ahora bien el concepto más importante a recordar es que «se compra para ser utilizado», lo que hace que, si bien pueden haber componentes psicológicos y estéticos en la decisión de compra, sea necesario que el producto se pueda utilizar y sobre todo por aquello por lo que el comprador había adquirido, sino se producirá un desencanto que hará que en el futuro se decida por productos de otros o por otros productos.
Esto también se puede aplicar a la innovación en servicios, procesos, modelos de gestión, …; a desarrollar cosas que sean útiles para el comprador.
En estos ámbitos también hay que considerar la influencia de los factores psicológicos y los estéticos, quizás a priori en los procesos parecería que esto no es importante pero hay que tener en cuenta que en todos estos ámbitos intervienen personas que harán que la innovación desarrollada alcance un nivel de éxito u otro en función de cómo se han tenido en cuenta los criterios no técnicos.