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Esta semana con Laura Buguña, de la Fundació Docència i Recerca de MútuaTerrassa, hemos realizado un Taller de Innovación Sistemática para profesionales del sector de la Salud.
En este taller pretendíamos hacer una introducción a la metodología TRIZ que les permitiese obtener una visión de la innovación que les ayudase a ver sus retos y problemas con diferentes perspectivas, y así conseguir unas mejores soluciones por la via de la innovación sistemática.
El Taller lo planteamos, con una mezcla de teoría y práctica, en tres partes.
Una primera parte dando una visión general del tema incidiendo en los principios en que se basa y, también, en el proceso.
El proceso es, en mi opinión, uno de los elementos más importantes ya que es lo que permite definirla como “innovación sistemática”; y es lo que le introduce la energía que le permite generar la potencia innovadora que ha demostrado a lo largo del tiempo en diferentes sectores y empresas.
En la segunda parte explique la matriz multiventana como herramienta para describir cualquier problema o reto que se planteen a nivel profesional, que también se puede utilizar a nivel personal. Esta herramienta es la que utilizaron en el primer ejercicio práctico. En este ejercicio se planteaba un reto sobre un problema del sector como es el de la polimedicación. Al pedirles que usaran la matriz multiventana no pretendía que en el corto tiempo disponible describieran el problema en su plenitud sino que hicieran un “cambio de paradigma” en la forma en que describen los problemas. El debate que se planteó en los dos grupos que se crearon creo que fue lo mejor de la sesión porque me permitió ver “in situ” a un conjunto de profesionales con conocimientos y competencias preocupados por dar respuesta a uno de los temas que les preocupa.
En la tercera parte expuse las diversas herramientas de las que dispone la innovación sistemática para buscar posibles soluciones los retos y problemas descritos. Y a continuación, les propuse dos herramientas y cada grupo utilizo un de ellas. Nuevamente un debate interesantísimo sobre que supone aplicar estas herramientas en el reto.
En sucesivos post explicaré más extensamente las diversas partes con mis reflexiones personales.
Y con respecto a la pregunta con que empezaba quiero decir que la formación en innovación sistemática debería empezar por los máximos responsables del Sistema Sanitario. Porque esto es lo que hacen empresas como Samsung, o lo que se hizo en Japón con la Calidad cuando pidieron a Edwards Deming que les enseñase, y ya sabemos lo que consiguió que hiciera ese país al respecto. Si no empezamos por la cúspide, lo que ocurre es que luego no se aplica.
No quiero acabar este post sin agradecer a Laura Buguña que me hay proporcionado la oportunidad de exponer la innovación sistemática en un sector como el de la Salud, en el que creo que su utilización ayudaría al objetivo de conseguir nuevamente que el Sistema Sanitario tenga, como mínimo, el nivel que tenía antes de la crisis e, incluso, sea mejor.
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Pues si formásemos en técnicas de innovación sistemática a los profesionales de la salud, ocurriría que empezarían a aflorar ideas de mejora centradas en su día a día, reducirían costes operativos o definirían nuevos servicios de gran valor añadido para los usuarios. Justo lo que en cualquier otra empresa de cualquier otro sector. Pero con una diferencia significativa: que en este caso toda la sociedad saldría ganando enormente en el proceso, dado que ya fuese a nivel de costes o de mejora de servicios, todos nosotros estamos implicados como ciudadanos de una u otra manera.
En resumen, todo serían ventajas.