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El escenario empresarial actual está dirigido por la velocidad y la incertidumbre.
Por ello, para innovar, las empresas deben cambiar la utilización de metodologías clásicas de gestión de proyectos (con todo previsto y planificado) por metodologías con una visión «de innovación ágil».
Este modelo puede suponer cambiar ciertos paradigmas empresariales como:
• El valor está en los equipos que tienen la propiedad y la responsabilidad de sus proyectos.
• Responder a los cambios está por encima del seguimiento de un plan definido.
• Hay que empezar los proyectos aunque no se tengan todos los datos.
• Trabajar con prototipos lo antes posible.
La «innovación ágil» ayuda a enfrentarse al futuro porque pone la creatividad y la adaptación a los cambios como valores en la cultura de la empresa.
Traducción del artículo publicado en la publicación Mon Empresarial num.139 de noviembre 2011.
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